El desarrollo tecnológico ha permitido mejoras en cuanto a la optimización de procesos y ha comenzado a ofrecer servicios que le permita al usuario ahorrar tiempo y dinero. La posibilidad de realizar trámites virtuales, como emitir boletas y facturas, sacar DNI electrónico o la posibilidad de comprar y vender vehículos ha permitido hacerle la vida más “fácil” al ciudadano y ha disminuido, en gran medida, la probabilidad de fraude.